Si alguna vez has abierto un grifo y has escuchado un sonido extraño o has notado que el agua sale a borbotones en lugar de fluir de manera constante, es muy probable que haya aire en las tuberías. Este fenómeno es mucho más común de lo que se piensa y puede provocar desde molestias menores hasta problemas más serios en la instalación hidráulica de una vivienda o edificio. Pero, ¿cómo llega ese aire ahí? ¿De dónde proviene? En este artículo te explicamos de forma clara y detallada cómo se origina el aire en las tuberías, qué consecuencias puede tener y cómo se puede prevenir.
Tener aire en las tuberías significa que, además del agua, hay burbujas de aire o bolsas de aire atrapadas en el sistema de conducción. Estas bolsas interrumpen el flujo continuo del agua y pueden generar diversos síntomas, como:
• Ruidos extraños al abrir un grifo (gorgoteos, silbidos o golpes).
• Flujo irregular o intermitente de agua.
• Golpes de ariete (una vibración o golpe cuando se cierra una válvula o grifo repentinamente).
• Mayor desgaste de las bombas hidráulicas.
• Incremento en el consumo energético en sistemas de bombeo.
Pero para entender realmente este problema, primero debemos saber cómo entra ese aire al sistema.
Hay varias maneras en las que el aire puede infiltrarse en un sistema hidráulico. A continuación, te explicamos las más comunes:
Cuando se instala un nuevo sistema de tuberías o se vacía por mantenimiento, el interior de las tuberías queda lleno de aire. Al volver a llenarlas con agua, ese aire no siempre se evacua correctamente, y puede quedar atrapado formando bolsas en diferentes puntos del sistema.
En tuberías que operan bajo presión negativa o con bombas, cualquier fuga mínima en una unión mal sellada puede actuar como un punto de entrada de aire. Aunque no veas agua saliendo, puede haber aire entrando. Esto ocurre sobre todo en las succiones de bombas o en puntos donde hay conexiones deterioradas.
Los cambios bruscos de presión pueden hacer que el aire disuelto en el agua se libere en forma de burbujas. Esto se ve con frecuencia en sistemas con mucha longitud o desniveles pronunciados. Las burbujas se acumulan en los puntos altos, donde se forma una especie de “tapón” de aire.
Cuando se corta el suministro de agua repentinamente o hay vacíos temporales en las tuberías (por ejemplo, al cerrar válvulas o cuando una bomba se apaga de forma abrupta), se puede romper la columna de agua y permitir la entrada de aire. Al restablecerse el servicio, ese aire puede quedar atrapado.
Un diseño que no contempla válvulas de purga de aire en los puntos altos, curvas pronunciadas sin ventilación o caídas inadecuadas, favorece la acumulación de aire. Esto es especialmente crítico en sistemas de agua potable, riego o calefacción.
Aunque el aire en las tuberías no suele ser un problema grave por sí solo, sí puede desencadenar efectos no deseados que, a largo plazo, afectan la eficiencia y durabilidad del sistema. Algunas consecuencias comunes incluyen:
• Ruido y molestias: uno de los síntomas más molestos para el usuario. El aire puede hacer que las tuberías "golpeen" o silben.
• Reducción del caudal: el agua no fluye de forma constante. Puede parecer que hay poca presión.
• Daños a equipos: las bombas pueden trabajar con sobreesfuerzo si hay aire, lo que reduce su vida útil.
• Oxidación y corrosión: el aire contiene oxígeno, lo que acelera la oxidación en tuberías metálicas.
• Consumo excesivo de energía: en sistemas presurizados, las bombas necesitan más energía para mover agua mezclada con aire.
Eliminar el aire de las tuberías no siempre es complicado, pero requiere conocer el sistema. Aquí algunas soluciones y métodos habituales:
Purgado manual
Muchos sistemas cuentan con válvulas de purga o grifos especiales en los puntos altos de la instalación. Al abrirlos, se libera el aire acumulado hasta que fluye solo agua.
Instalación de purgadores automáticos
En instalaciones más complejas (como en calefacción o grandes edificios), se instalan purgadores automáticos que detectan y liberan el aire sin intervención humana.
Revisión de conexiones y válvulas
Es importante revisar todas las conexiones, uniones y válvulas para detectar puntos por donde puede estar entrando aire.
Mantenimiento regular del sistema
Un buen mantenimiento preventivo, que incluya inspección de válvulas, bombas y sellos, reduce mucho la probabilidad de acumulación de aire.
¿Se puede prevenir el aire en las tuberías?
Sí, en muchos casos. Aquí van algunos consejos para evitar este problema desde el diseño hasta el mantenimiento:
• Diseñar con pendiente adecuada: evitar que queden puntos altos sin purgas.
• Usar válvulas de purga automáticas en sistemas extensos.
• Evitar cortes de agua innecesarios.
• Instalar trampas de aire y dispositivos antiariete donde sea necesario.
• Verificar sellos y juntas con regularidad.
El aire en las tuberías es un problema común pero evitable. Comprender cómo se origina y cómo manejarlo permite mantener un sistema hidráulico eficiente, silencioso y duradero. Desde un correcto diseño hasta una revisión periódica, hay muchas formas de prevenir la acumulación de aire y sus efectos indeseados.
Si notas que tus grifos hacen ruidos extraños o el agua no fluye como debería, probablemente estés frente a un problema de aire en las tuberías. No lo ignores: puede ser una señal de algo más grande que necesita atención, ponte en contacto con Desatascos Polmar para encontrar y solucionar el problema existente.