Los atascos en tuberías, desagües o sistemas de saneamiento son problemas comunes tanto en hogares como en instalaciones industriales. Aunque pueden parecer un inconveniente menor, si no se resuelven a tiempo, pueden derivar en daños mayores, malos olores o incluso inundaciones. Para cada tipo de obstrucción existe una solución específica. A continuación, se presentan los principales tipos de desatascos, según el origen del problema y la técnica utilizada para solucionarlo.
Los atascos en tuberías y sistemas de saneamiento son uno de los problemas más frecuentes en entornos domésticos, comerciales e industriales. Para abordarlos de forma eficaz, es fundamental conocer los distintos tipos de desatascos disponibles, así como sus usos y aplicaciones específicas.
A continuación, te explicamos las principales técnicas utilizadas para desatascar, cuándo emplearlas y qué ventajas ofrece cada una.
Son los más sencillos y comunes en viviendas. Se realizan con herramientas básicas como el desatascador de goma (émbolo) o ganchos metálicos.
• Aplicación: Atascos leves en fregaderos, lavabos o inodoros.
• Ventaja: Económico y rápido.
• Limitación: No sirve para atascos profundos o persistentes.
Se utilizan herramientas más sofisticadas como serpentines o máquinas de muelle rotatorio. Estas máquinas introducen una varilla flexible que gira y rompe el atasco.
• Aplicación: Tuberías de baño, cocinas o bajantes.
• Ventaja: Eficaz en atascos de grasa, cabellos o residuos sólidos.
• Limitación: Requiere experiencia o intervención profesional.
Consisten en introducir agua a alta presión en las tuberías mediante equipos especializados, también conocidos como camiones cuba.
• Aplicación: Redes de saneamiento, alcantarillado, pozos y arquetas.
• Ventaja: Limpieza profunda y preventiva.
• Limitación: Coste más elevado; requiere maquinaria profesional.
Implica el uso de productos químicos como sosa cáustica o enzimas para disolver residuos orgánicos.
• Aplicación: Tuberías domésticas con acumulación de grasa o jabón.
• Ventaja: Fácil de aplicar y económico.
• Limitación: Puede dañar tuberías si se usa en exceso o en materiales inadecuados; no siempre es ecológico.
Antes de actuar, se introduce una cámara de vídeo por la tubería para localizar el atasco con precisión.
• Aplicación: Atascos recurrentes o en redes de gran extensión.
• Ventaja: Diagnóstico preciso sin romper paredes ni suelos.
• Limitación: Uso profesional; requiere equipos avanzados.
Son labores de mantenimiento que se realizan periódicamente para evitar obstrucciones.
• Ejemplos: Limpieza de sifones, revisión de arquetas, uso de mallas en fregaderos.
• Ventaja: Evita futuros problemas y gastos mayores.
Elegir el tipo de desatasco adecuado depende del lugar del problema, su gravedad y los medios disponibles. Mientras que algunos atascos menores pueden resolverse con herramientas básicas, otros requieren intervención profesional. La prevención y el mantenimiento regular son clave para evitar emergencias y prolongar la vida útil del sistema de saneamiento.
¿Tienes un atasco? Lo importante es actuar con rapidez… y con el método correcto.